Claroscuro: claro, oscuro.

Siempre de un polo al otro, de la claridad a la oscuridad. El nunca o el siempre. El todo o el nada.
Saltando del timbo al tambo, pensando que aquí o allá lo voy a encontrar. Buscando no sé qué no sé donde. Rechazando la "tibieza".
Por fin descubrí los matices, pensé que ya lo tenía solucionado.
Pero no, eran matices sí, pero yo aún tenía que ponerles la cualidad de claros u oscuros.
Algunas personas, algunos estados, algunos momentos o actos... los tenía que calificar de buenos o malos. Sirven o no sirven. Es mejor o peor.
Así es en los colegios con los niños...
Luego más "profundo" o "tascendental": son seres de luz o de oscuridad.
Así, eres hombre o mujer, feliz o infeliz, alegre o amargado, divertido o aburrido.
Eres soltero o casado, heterosexual u homosexual; eres trabajador o vago, inteligente o bruto.
Eres bonito o feo, drogadicto o sano, metes pepas o haces yoga. Comes carne o eres vegetariano.
Bailas salsa o tecno, te gusta la música electrónica o el bolero.
Eres crespa o lisa, pelicortica o pelilarga, flaca o gorda.
Para mí, por ahora y aquí, Ser no es más que un Estado.
Así que para mí, hoy y aquí: qué viva la vida, qué viva el movimiento, que se fusionen la luz y la oscuridad, que las líneas se intersecten, que los mares se endulcen y los ríos se salen. Que los días se oscurezcan, que las noches se iluminen.
Que la fantasía se funda con la realidad.